Los límites son nuestro propio manual de instrucciones

De regreso de una fiesta infantil de mis hijas, tuve la oportunidad de vivir una experiencia conmovedora al evidenciar la importancia de comprender y respetar los límites de los demás. Una de ellas, mencionó que su amiguita Donna había hecho “algo malo”, ya que se había quedado jugando al final de un tobogán que caía en una piscina de pelotas, impidiendo que otros niños se lanzaran.

Resulta que momentos antes, yo había conversado con la mamá de Donna, quien me contó que su hija tiene albinismo, una condición, no tan común, que afecta la melanina del cuerpo y también la vista. Como resultado, Donna no ve nada cuando está en plena luz del sol.

Mi hija no lo sabía, por lo que procedo a explicarle la razón de las acciones de Donna. A través del retrovisor del carro, pude observar cómo la expresión facial de mi hija iba cambiando, mostrando empatía y compasión.

"Mami, entonces Donna no es mala. Simplemente no podía ver y no sabía cómo salir de la piscina. La próxima vez, la tomaré de la mano para mostrarle la salida", expresó mi hija.

Esta situación me hizo reflexionar como todos nos acostumbramos a juzgar a los demás sin conocer su contexto e historia.

Luego, ocurrió algo que me hizo reflexionar aún más. Llegó a mi celular un mensaje de la mamá de Donna con una imagen titulada “Hola! Soy Donna” con un texto que explicaba de qué se trataba su condición y qué necesitaba de sus compañeros para poder conectar y sentirse segura. Donna contaba con un “Manual de Instrucciones”, que había desarrollado su mamá, para ayudar a su hija a sentirse segura.

Esta situación me hizo cuestionarme:

¿Qué pasaría si nos conociéramos tanto que pudiéramos hacer nuestro manual de instrucciones?

¿Qué pasaría si le explicáramos a los demás cómo funcionamos para generar acuerdos y poder ayudarnos?

¿Qué pasaría si aceptamos nuestras limitaciones en lugar de ocultarlas o ignorarlas para mejorar la realidad que vivimos?

Si quieres conocer las respuestas a esas preguntas y aprender la importancia de comprender tus límites y comunicarnos asertivamente para establecer relaciones más auténticas y vivir en paz mental, continúa leyendo.

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El poder de conocer y comunicar nuestros límites:

Cuando nos conocemos a nosotros mismos, identificamos qué nos hace sentir seguros e inseguros. Al entender nuestras emociones y necesidades, podemos comunicar asertivamente nuestros límites a los demás. Esto implica expresar lo que nos hace sentir incómodos y establecer acciones que honren esos límites. Al hacerlo, creamos un entorno respetuoso y favorable para el crecimiento personal y el de las relaciones.

Reconociendo nuestras vulnerabilidades:

Al diseñar nuestro propio manual de instrucciones, también es crucial reconocer y aceptar nuestras vulnerabilidades y limitaciones. Todos tenemos áreas en las que nos sentimos menos seguros o experimentamos dificultades. Al ser conscientes de ellas, podemos trabajar en mejorar nuestra realidad y buscar apoyo cuando sea necesario.

Es importante recordar que tener limitaciones no nos define como personas. Por el contrario, nos hace humanos y nos ayuda a cultivar una actitud de aceptación y crecimiento personal. Además de esto, los ayuda a ser capaces de ser más comprensivos y empáticos hacia los demás, evitando juzgar sin conocer la historia completa.

El equilibrio emocional y las relaciones saludables:

Al expresar nuestras necesidades y establecer expectativas claras, promovemos la autenticidad y el respeto mutuo. Esto nos permite construir relaciones basadas en el entendimiento y la negociación de acuerdos bilaterales, donde se valora tanto nuestra propia integridad como la de los demás, donde las necesidades emocionales de ambas partes son consideradas.

Nos hacemos responsables de nuestro propio bienestar emocional y, al mismo tiempo, fomentamos que los demás también asuman esa responsabilidad. Al asumir la responsabilidad de nuestro propio bienestar emocional, reconocemos que no podemos depender únicamente de los demás para satisfacer nuestras necesidades emocionales. En cambio, nos convertimos en colaboradores activos en la construcción de relaciones significativas.

En este tipo de entorno, se promueve el cuidado mutuo, se evitan dependencias emocionales y se fortalecen los lazos basados en el respeto y la autonomía emocional.

Vivir en paz mental a través del autoconocimiento:

Conocer nuestros límites y diseñar nuestro propio manual de instrucciones nos permite vivir en paz mental. Al entender quiénes somos, podemos tomar decisiones conscientes que nos acerquen a una vida más satisfactoria.

También nos protegemos de situaciones y personas que cruzan nuestras fronteras y nos ayuda a mantener relaciones más positivas y enriquecedoras.

Construye tu Manual de Instrucciones:

¡Llegó el momento de que diseñes tu Manual de Instrucciones!, para que te acompañe y sea una guía. Y aunque es un proceso largo de autodescubrimiento Te comparto algunas preguntas con las que puedes iniciar:

¿Qué acciones me hacen sentir segur@?

¿Qué acciones me hacen sentir insegur@?

¿Qué acciones honran mis límites?

¿Qué acciones cruzan mis límites?

¿Qué palabras, situaciones y personas me traen calma?

¿Qué palabras, etiquetas, situaciones y personas me detonan?

¿Qué información quieres que el mundo sepa de ti?

Conclusión

El valor de conocernos a nosotros mismos y establecer nuestros propios límites nos invita a diseñar nuestro propio manual de instrucciones. Al hacerlo, nos empoderamos para vivir en sintonía con nuestros deseos, valores y necesidades. Este proceso nos permite establecer relaciones más auténticas, comprender y respetar las experiencias de los demás, y cultivar la paz mental que todos buscamos.

¡Te invito a comenzar este viaje de autoconocimiento y descubrir el poder transformador que se encuentra dentro de ti! Si quieres hacerlo de mi mano, conoce mi curso: Más Paz Mental en https://www.stephanieessenfeld.com/cursos, en donde te enseño paso a paso todo lo que necesitas para transformar tu vida.

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