De vivir una pérdida a encontrar paz: claves para sanar y transitar un duelo

La vida nos presenta desafíos inesperados que pueden sacudirnos hasta lo más profundo de nuestro ser. En mi viaje personal a través del dolor y la pérdida, aprendí lecciones fundamentales sobre cómo encontrar la paz mental en medio de la adversidad. Mi historia comienza con la impactante pérdida de mi madre debido al COVID-19, un evento que cambió mi vida de manera irrevocable.

¡Hola! Mi nombre es Tania y espero que mi historia logre conectar con quienes viven una situación igual o similar a la mía y que les permita animarse a encontrar su propio camino de paz mental.

Dentro de mi camino entendí que existen historias que no necesariamente nos tienen que conducir a un fin. El objetivo está en aprender a transitar el proceso y enfocarse más en este, que en la meta. Este pensamiento es uno de los muchos aprendizajes que me dejó mi viaje por Más Paz Mental.

Todo comenzó cuando un evento muy doloroso y difícil tocó mi vida: el fallecimiento de mi madre por COVID-19.

Las grandes secuelas que dejó este virus arrasaron con toda su salud. Jamás podré olvidar la llamada en la que solo pude escuchar esas dos palabras que nadie quiere oír: “Está muerta”.

De manera inmediata lancé el teléfono al piso y caí desconsolada junto a él. Ese día mi vida se quebró en dos. El dolor que sentí los primeros días adormeció cualquier otra emoción, nubló mi mente y no me permitía ver con claridad. Perdí el control de mí, perdí mi identidad, desconocía la persona que era. Sin mi madre conmigo, mi vida no podía ser igual y yo no sería la misma…

Debo reconocer que enfrentar mi nueva realidad produjo mucho rechazo: luchaba por no sentir dolor, le pedía explicaciones a la vida, cuestionaba el porqué y el cómo, y se siente más difícil cuando no sabes cómo encontrar una dirección o una salida.

Yo huía de mí misma. No fue fácil para mí identificar que necesitaba ayuda; de hecho, me juzgué mucho al ver cómo los meses pasaban y yo no lograba estar bien; al mismo tiempo, en mi interior sabía que debía hacer algo.

Conocí la cuenta de Steph gracias a un LIVE compartido por la psicóloga Fernanda Restrepo. Hice clic con ella y me sentí comprendida y validada. Ahí supe que necesitaba hacer el curso para aprender del mundo de los límites desde el amor, dos conceptos que no pensé tener juntos en una misma frase. Quería aprender a integrarlos haciéndolos parte de mí y así manejar los desbordes emocionales que quebraban los puentes que me conectaban con los demás, lastimando incluso a quienes más amaba.

Reconozco que había un miedo silencioso dentro de mí.

Un miedo a depositar mis esperanzas en algo que no sabía si funcionaría. Lo cierto fue que, para mi sorpresa, ¡funcionó! Y me atrevo a decir que mis expectativas fueron superadas.

Con el pasar de los días sigo descubriendo el impacto de Más Paz Mental en mí y en el complejo camino de transitar mi duelo. Para mí, fue vital comprender que la persona que más amabilidad debía brindarme era yo misma, aprender a cuidar y velar por mi bienestar comenzando desde ese autoconocimiento que parte de la observación consciente de mis pensamientos, sobre todo de aquellos que le abren la puerta a emociones de culpa, rabia, frustración y al juicio por ser lo que ahora soy, sentirme como me siento y perder a alguien tan importante.

Detrás de una pérdida corre ese dolor que viene del extrañar, del mismo amor que alguna vez sentimos por ese alguien y ahora no podemos entregar. Es una respuesta natural del ser humano, y rechazarla solo estaba convirtiéndolo en un profundo agujero de sufrimiento. Aprendí a visualizar esa luz al final del túnel a través de la aceptación y el reconocimiento de esa realidad que ya no puede ser modificada, junto con los sentimientos que la preceden y visitan con frecuencia mi corazón, dejándome saber que hay una dolorosa herida que debo cuidar y, al mismo tiempo, atender el llamado de mi ser, de mis metas, de mis sueños, anhelos, permitirme sentir y vivir desde esta dualidad tejida con el hilo de las emociones, abriendo mi mundo interno a escuchar sus voces sin el juicio con el que alguna vez las juzgué.

Al entrar a este curso mi visión estaba más enfocada en arreglar lo externo, en mejorar esas relaciones que sentí perder durante esta etapa crucial de mi vida… El verdadero reto fue darme cuenta de que existe un engranaje entre lo que somos internamente y lo que proyectamos. De la misma forma que nos sentimos, somos, así que no podía existir tal cambio si mi mirada no daba un giro de 180 grados hacia adentro. Era justo ahí donde debía comenzar, ese fue mi punto de partida y el lugar en el que nacen los grandes cambios que florecen y dan frutos a mi alrededor.

Existe una hermosa frase que aprendí en Más Paz Mental: “La transformación más grande es la más silenciosa y es la que está dentro de ti y solamente tú puedes ver... nadie más. Es una transformación continua; no hay una línea de llegada”. A mí me gusta pensar que los demás ya notan mis cambios, pero me gusta más observar que esos cambios ya están presentes y así nadie los note, yo los veo día a día reflejados en la paz y en la tranquilidad que elijo sentir desde mi conciencia.

Con todo esto que viví, puedo decir que con Más Paz Mental aprendí que:

• No debo rechazar lo que siento, sino reconocerlo y abrazar mi realidad.
• El verdadero cambio comienza dentro de mí, en mi interior.
• La paz y la tranquilidad son elecciones que hago a diario.

¡Gracias por leerme! Espero que mi historia haya tenido un hermoso impacto en ti y te motive a construir tu propio camino de paz mental.

Este viaje nos enseña que la paz mental es una elección que hacemos a diario. Aceptar nuestras emociones, abrazar la transformación interna y cuidarnos a nosotros mismos son pasos cruciales en este camino. El dolor puede ser transformado en paz, y la paz es un regalo que nos damos a nosotros mismos.

¿Quieres darte ese regalo? toda la información de mi curso Más Paz Mental, que Tania menciona en su historia la encuentras aquí.