Casi saboteo el nacimiento de Más Paz Mental (y lo que aprendí en el proceso)
Descubre cómo el autosabotaje casi arruina el nacimiento de Más Paz Mental y lo que aprendí para superarlo. Rompe tus miedos y empieza a creer en ti.
Escrito por:
Stephanie Essenfeld
Voy a contarte algo que nunca había compartido con tanta honestidad.
Cuando decidí llevar Más Paz Mental al mundo digital… no fue una elección libre. Fue una decisión obligada.
Llegó el COVID y todo cambió. Las sesiones presenciales, los abrazos, las miradas, la energía que se siente cuando compartes un espacio… todo eso desapareció de golpe.
Y yo me sentí perdida. Tenía en mis manos algo que sabía que transformaba vidas, pero al mismo tiempo me invadió un miedo paralizante:
— ¿Y si no sabía cómo venderme en el mundo digital? — ¿Y si la tecnología me sobrepasaba? — ¿Y si no podía conectar con la gente como lo hacía en persona? — ¿Y si fracasaba?
Con todo eso encima, hice lo mínimo. Un solo anuncio en historias. Sin correos. Sin contar el corazón detrás del programa. Sin mostrarme.
Pasaron las semanas y nadie se inscribió.
Y mi mente, me susurró: — Te lo dije. No sirves para esto.
Pero esa no era la verdad. La verdad es que ni siquiera me di la oportunidad de venderlo bien. No había fracasado. Me había saboteado.
La llamada que me despertó
Unos días después hablé con Michelle Poler, mi amiga y exalumna de Más Paz Mental. Le conté que estaba pensando en dejar ir el programa porque a nadie le interesa.
— ¿¡Pero cómo lo vendiste!? yo ni me enteré, me dijo, como si no pudiera creer lo que estaba oyendo.
— Puse un anuncio en historias… —dije, bajito, casi como pidiendo perdón.
— ¿Un anuncio? ¿¡UNO SOLO!? ¡Y así esperabas venderlo!? ¡Obvio que nadie se enteró! ¡Te escondiste!
Y tenía razón. No había sido una estrategia fallida. Había sido un acto de miedo. Yo misma le puse el freno antes de empezar.
Cuando decidí hacerlo en serio
Cuando finalmente me comprometí de verdad —escribiendo correos, hablando desde el corazón, apareciendo aunque no me sintiera lista—, el miedo seguía ahí. No se fue. Pero también empezaron a llegar los inscritos. Las preguntas. Los mensajes.
El programa no había cambiado. Yo había cambiado.
Cosas que aprendí sobre el autosabotaje
🔹 El miedo a fallar se disfraza de lógica. No siempre suena como "no puedo". A veces se disfraza de “tengo que prepararme más”, “aún no es el momento” o “¿y si no está perfecto?”
Mi mente tenía argumentos sólidos para no avanzar. Pero en el fondo… era miedo.
🔹 Si lanzas con el freno de mano puesto, no arranca. Yo lancé Más Paz Mental con cero confianza. Y claro, sin energía, sin estrategia, sin alma… no conectó. No porque no sirviera. Sino porque no me mostré.
🔹 El perfeccionismo es una excusa con buena prensa. Esperar a que todo esté perfecto fue mi forma elegante de no moverme. Pero lo que realmente necesitaba no era tener todo bajo control. Era atreverme a dar el paso.
Cómo enfrento hoy el autosabotaje
✅ Dejo de esperar a sentirme lista. La confianza no viene antes de actuar. Viene después. Cuando te demuestras a ti misma que puedes. Aunque te tiemble todo.
✅ Me hago estas dos preguntas clave: — ¿Qué es lo peor que puede pasar si lo intento y no sale como quiero? — ¿Y qué es lo peor que puede pasar si nunca lo intento?
Y casi siempre… la segunda opción es la que más duele.
✅ Lo hago con miedo. Pero lo hago. No se trata de que el miedo desaparezca. Se trata de no dejar que mande.
¿Y sabes qué es lo mejor que puede pasar si sí lo intentas? Que te sorprendas. Que conectes. Que ayudes. Que funcione.
Y que te des cuenta de que sí puedes. Aun con miedo. Sobre todo con miedo.
💫 Si tú también has sentido que te saboteas, que te frenas justo cuando estás a punto de avanzar, quiero invitarte a hacer una pausa poderosa.
No te pierdas la masterclass completa donde profundizamos en todo esto:
🎥 Masterclass: Cómo dejar de autosabotearnos Descubre los mecanismos invisibles que te frenan… y cómo liberarte de ellos con herramientas prácticas, humanas y efectivas.